Los video juegos han alcanzado un gran desarrollo en los últimos años y según parece indicar continuarán por ese camino. El aporte tecnológico actual ha determinado en gran medida su establecimiento definitivo.
Muchos son los trabajos publicados que hablan de los efectos positivos y negativos de los juegos. Entre los buenos se destacan la sensación de alegria, la creacion de habilidades, fisicas o mentales, las cuales por supuestos son potenciadas por determinados tipos de juego con objetivos bien definidos. Los malos efectos son múltiples y van desde la depresión y ansiedad por strees mantenido, hasta la fatiga crónica, las fibromialgias, entre otras enfermedades, las más preocupantes adquieren una especial connotación como la fobia social y el bajo rendimiento escolar como resultado final
En todos estos planteamientos hay defensores y detractores, en mi experiencia personal, cualquier stress mantenido, por leve que sea desencadena en el organismo una serie de descargas hormonales que intervienen en la regulación y mantenimiento del equilibrio en general, provocando cuando se mantiene por mucho tiempo, un grado variable de adaptación, dependencia o adicción. Asi el cirujano que opera todos los días, cuando le falta el stress del salón de operaciones, le faltan estas descargas hormonales habituales en su organismo y nota su falta, sintiendo diversas formas de indisposición o depresión, las cuales pasan con facilidad cuando se reintegra a su actividad habitual; el paciente hipertenso motivado por una vida dedicada al trabajo, muchas veces empeora cuando por indicación médica es recluido en su casa y alejado de su actividad cotidiana. Cuando el stress es crónico las personas están habituadas a el y no notan sus efectos, hasta que en un momento sobrepasan la capacidad de resistencia del organismo y surge la descompensación, apareciendo síntomas y signos de enfermedades.
En los juegos el componente esencial se desarrolla de forma bien parecida, creando dependencia a partir de las descargas hormonales que promueven las emociones del juego y convirtiéndose en crónicas en la medida que pasa el tiempo, lo cual conduce a la adicción.
Es importante destacar que hay muchas y muy variadas formas de adicción y su gravedad es estimada por la capacidad del organismo de poder librarse de ellas y de los efectos prejudiciales que cada una produce, por supuesto en este sentido no podriamos comparar los efectos de la adicción al juego, con la adicción a las drogas o al alcohol, por solo poner algún ejemplo, pero todas en mayor o menor medida generan dependencia y efectos sobre la salud.
Lo preocupante en mi opinión de la mayoría de los juegos actuales, es el tiempo que absorven a las personas y sobre todo a los niños y jovenes y que necesariamente tienen influencia en su rendimiento. Las capacidades creadas en ellos, no compensan en buena medida las que se puede crear cuando se esta alejado de los mismos.
Entonces sin pensar que el jugador adicto, es esa persona introvertida, poco interesada por la relación social y apartado de la realidad, es evidente que al menos debemos intentar canalizar su desarrollo a traves de juegos que creen habilidades, conocimientos y promuevan intereses profesionales de todo tipo, pues es la única forma de motivar alcanzar determinadas metas en la vida y redireccionar las proyecciones futuras de las nuevas generaciones. Esa es mi opinión respetando las que sean diferentes.
Durante gran parte de mi vida, el Consejo de Seguridad de la ONU fue siempre noticia, Tal vez por vivir en un país como Cuba, donde las críticas a los países que formaban coaliciones para invadir otros, en que se violaban derechos humanos, se construían armas químicas etc; eran comunes a la visión de las noticias del gobierno cubano.
Jose Daniel Suárez Salazar 